martes, 4 de noviembre de 2008

Monjas descubren fraude en Cebolleros en San Juan


El caso de la supuesta estafa contra el Estado en la compra de la cosecha de cebolla de San Juan de la Maguana, en la que estarían involucrados funcionarios de la Secretaría de Agricultura (SEA) y productores, obligó al secretario Salvador Jiménez a dar explicaciones sobre cómo sucedieron los hechos y a brindar su apoyo a las monjas del Centro de Información de las Hermanas Dominicas que han denunciado amenazas por haber contribuido a evitar un desfalco por aproximadamente RD$90 millones.
“La Secretaría de Agricultura le expresa su solidaridad a las monjas de San Juan de la Maguana”, expresó Jiménez, quien les reconoció su colaboración de manera especial porque ayudaron en el proceso de depuración de los productores.

Explicó que antes de las tormentas Noel y Olga esa cartera tenía una programación que había dado buenos resultados en cuanto al programa de siembra de la cebolla. Sin embargo, señaló que al pasar las tormentas se rompió el ciclo y la Secretaría apoyó los productores de los diferentes puntos que cultivan cebolla, pues la rotura de la programación hizo que entrara toda la producción junta.

Según el secretario, para tener una idea sólo en mayo se produjeron 650,000 quintales del bulbo. Al presentarle la sobre oferta, explicó, que se procedió a compensar a los productores porque así lo habían pedido. Aclaró que el hecho ocurrió en Vallejuelo.

Indicó que cuando comenzaron a recibir los reportes de la cebolla pesada fue que se notó una grave irregularidad, la cual consistía en que hubo productores que reportaron hasta 50 quintales producidos por tarea, lo que evidentemente no era normal. Comprobadas las irregularidades en el pesaje y en todo el proceso, según describe el secretario, se procedió a suspender al director regional con asiento en San Juan, así como a los pesadores.

Luego de esta acción las monjas para participar en el proceso de depuración de los productores. Jiménez señaló que el personal de la Dirección Regional Suroeste de Agricultura que no reportó las irregularidades fue suspendido en sus funciones y se designó un nuevo director al frente de la sede de la cartera en la zona.

Sor María Marciano, integrante de la orden de las Hermanas Dominicas de Monteils, fue la persona clave para descubrir el supuesto fraude.

Al hacer la denuncia, sostuvo que desde el pasado 15 de junio recibe amenazas de muerte por denunciar que Francisco Reyes, un pesador de la SEA, reportó de forma fraudulenta que los productores de Vallejuelo vendieron al Estado 212,000 quintales de cebolla, en vez 125,000 que los cebolleros dijeron cosecharon en realidad.


La Junta de Productores del Valle y Sor María Marciano explicaron que el gobierno sólo tiene una deuda con los cebolleros de Vallejuelo que asciende a RD$131.2 millones, pero por el supuesto fraude, la deuda registra una cifra de RD$222.6 millones.

Los productores y la religiosa dijeron que existe una auditoría de la SEA que determina el supuesto fraude atribuido a Reyes y a otros implicados, pero el documento no fue firmado por sus redactores.

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